Vuelven los POLICÍA-MALETAS y las IMPROVISACIONES EN SERVICIOS PROGRAMADOS.
Desde UPM mañana trasladamos estas problemáticas a la COMISE ORDINARIA EN MESA SECTORIAL.
Para muestra tenemos las agregaciones constantes que se realizan en unidades con Puestos No Operativos como la CID de Moncloa, a realizar servicio sistemáticamente fuera de su unidad,
donde no se promovieron plazas a tal efecto.
Por otra parte llama la atención la solicitud de agregados a determinadas unidades donde
se SOBREDIMENSIONAN servicios, dejando sin apenas operativos las unidades de origen de estos agregados, donde en muchas ocasiones se tiene que cumplir el servicio con dos o tres patrullas, creando una fuerte inseguridad personal, laboral y un mal servicio al ciudadano sin contar los tiempos de respuesta, además de suspender solicitudes de libranza y derechos que afectan a la conciliación personal, laboral y familiar.
A modo de ejemplo se expone la realidad operativa de una unidad como es la
CID Latina en el turno de tarde donde habría 54 componentes policiales (incluidos mandos) más la auxiliar 55 y 19 en ATF.
Realmente descontando OAC, tutores, oficina y adaptados quedaría un total de 31 contando 7 mandos intermedios que junto con sus respectivos conductores reducen a 18 los policías que habría para realizar comunicados en los 3 turnos; 6 policías por turno.
Habría que sumar que se mandan agregados y que, a menudo, se queda el distrito con dos patrullas, para una población de alrededor 250.000 habitantes.
Ocurre exactamente lo mismo, por ejemplo, en los casos de las
CID de Tetuán y de CID de Chamberí. En este último caso, pese a que constan 51 efectivos, descontando los agentes tutores, la OAC, el personal en oficina y los compañeros que ejercen funciones no operativas, los policías operativos en la calle se reducen a 26 para los tres cuadrantes, lo que supone que a menudo solo haya dos patrullas para una población cercana a 140.000 habitantes.
Hay que tener en cuenta que los ATF es personal que no está en la unidad, ya que es personal agregado temporal, con atribuciones temporales funcionales.
Se tiene sospecha que, además, desde la Jefatura, se está contando como operativos a personal que está ejerciendo funciones de especialización dentro de la unidad y que en la realidad no están operativos en la calle.
Todo esto redunda en una problemática directa en el disfrute de las libranzas, la conciliación familiar laboral y personal, además de todos aquellos conceptos que quedaron pendientes del pasado ejercicio 2023 y que los policías no van a poder disfrutar, pese a la ampliación del plazo.
Y lo más importante, todo lo expuesto perjudica la seguridad en el patrullaje y que el servicio que se presta a la ciudadanía sea, a todas luces, insuficiente, incumpliendo claramente los cánones de seguridad establecidos por el propio Ayuntamiento. Resulta vergonzoso que en la capital de España la ratio de policía efectivamente operativo por ciudadano sea inferior a muchas capitales de provincia.